martes, 26 de febrero de 2013

EQUIMUR 2013 (14 al 17 marzo, Murcia)




Equimur 2013 reunirá grandes caballos de tres razas puras

Muchos de los mejores caballos de Pura Raza Española, Árabe e Hispano-árabe participarán en el XVIII Salón Nacional de Caballos de Razas Puras-Equimur 2013, el próximo mes de marzo. El certamen murciano acaba de ser distinguido con la categoría de internacional por parte de la ANCCE.

El Palacio de Ferias y Exposiciones de la Región de Murcia (Ifepa), situado en la localidad de Torre Pacheco, albergará del 14 al 17 de marzo la 18ª edición de Equimur, que incluirá, entre su amplia oferta, sendos concursos morfológicos para caballos Pura Raza Española (PRE), Árabe (PRÁ) e Hispano-árabe (H-á).

MORFOLOGÍA DEL CABALLO ESPAÑOL: LA CABEZA II (Ojos, Orejas, Ollares, boca)


Extraído del libro EL CABALLO ESPAÑOL de Juan Carlos Altamirano, el cual recomendamos.


1. LA CABEZA (II)

1.2  Los Ojos
1.3  Las Orejas
1.4  Los Ollares
1.5  La boca
       El Barbejo
       La Lengua
       Los dientes
1.6  La cara




1.2 Los Ojos

Son varios tipos de ojos los que presenta la raza española pero les une un denominador común: el color oscuro. A través de la historia este último ha sido el color que más ha gustado, así como la forma triangular u ovalada de los mismos que esta prácticamente generalizada, aunque en algunos momentos históricos se prefirieron los redondos. También se rechazaron las cuencas demasiado salientes y las profundas a las que se denomina "cuencas de vieja".

Columella, en el siglo I, desestimaba que en los ojos de los caballos se viera blanco, argumentando que denotaba fiereza. Para De la Guérinière los ojos eran La parte más bella de la cabeza y los describía como debían ser, según su gusto:

"El ojo ha de ser claro, vivo y arrogante, y no grande en demasía ni pequeño, ni tampoco resaltado ni hundido. El Caballo que tiene los ojos grandes y saltados tiene comúnmente el aire triste, y el que tiene los ojos muy pequeños que llaman Ojos de cochino, tiene también un mirar triste...”


DISCRETO DE MONTARCO, POTRO DE LA YEGUADA EL AMOR. SALAMANCA

jueves, 21 de febrero de 2013

CABALLOS Y YEGUAS DE RELEVANCIA EN LA YEGUADA MILITAR

En este post queremos compartir unas fotografías que hemos extraído del libro El Caballo Español de Juan Carlos Altamirano:



CABALLOS Y YEGUAS DE MAYOR RELEVANCIA EN LA YEGUADA MILITAR

THE MOST OUSTANDING HORSES AND MARES AT THE MILITARY STUD FARM







AMERICANO (1917)





FURIOSO (1934)

FURIOSO: Hijo de Americano. Hierro Hermanos Dominguez.



VERDINA (1934)





DESTINADO II (1931)





CALZADO (1942)

CALZADO: Semental del hierro del corazón, con 21 hijos de descendencia. 
Hijo de Capitan III.


ULÍA (1933)

ULÍA: Hija de Hechicero (1914) e Ideal II | Madre de Helicón



HELICÓN (1944)





LINEA MATRIZ DEL PURA RAZA ESPAÑOL DE LA YEGUADA MILITAR

MAIN LINEAGE OF THE SPANISH PURE BREED OF THE MILITARY STUD FARM






HECHICERO (1914)

HECHICERO: ABUELO DE MALUSO



MALUSO (1949)

MALUSO: Padre de Agente



AGENTE (1959)

AGENTE: Padre de Levitón de la Yeguada Militar

Agente ( 1959, Maluso x Maltesa II por Estepeño) representa sin duda el culmen en el proyecto de "mejora" que llevó a cabo Yeguada Militar en los años 40 y 50. Su perfil "oriental" corregido, sus formas atléticas, su cuello largo y proyectado y sus aires "flotantes" sin exagerar las elevaciones, le valieron la más alta calificación en la revisión para Aptitud Reproductora que jamás tuvo un semental, con más de 89 puntos.

Agente representa al "mejorante conseguido", al semental fundador de las líneas "modernas" de Yeguada Militar, que obtenían así un caballo distinguido con respecto a las líneas más "hateras" del pasado de la yeguada, y un caballo más atlético con respecto a las líneas de caballos que venían de bocados antiguos como NOVATO o AMERICANO. Agente es la consecuencia de los cruces que se hicieron dos generaciones anteriores a él.

Aunque no vivió mucho, si creo varios linajes de sementales que han sido referentes en cuanto a caballos para doma, entre los que citamos Jecomías, Jenson, Lebrijano III o Levitón.

Se dice que Agente fue el sucesor de Maluso (que sin embargo, sobrevivió a su hijo y fue mucho más prolífico que él) pero mirando la morfología de Agente, recuerda muchísimo a su madre MALTESA II, que fue la "vía" de mejorar y corregir al gusto de Yeguada Militar, no en vano es hija de ESTEPEÑO, uno de los sementales "correctores" de perfiles por excelencia.

Comentarios: GrupoPRE





LEVITÓN (1970)

LEVITÓN: Padre de Deco y de Evento de la Yeguada Militar

Tenemos aquí a un inconfundible histórico... con ese cuello proyectado, esas espaldas móviles, y esos pies ligeramente fuera de la masa en el aplomo... Un caballo además grande, 168 frente al 164 de su padre AGENTE.

LEVITÓN; inconfundible...

Uno de los hijos de AGENTE más equilibrados en el tipo, y uno de los más prolíficos. Junto con JENSON fue semental estrella en Jerez, aunque LEVITON llegó ya de más mayor después de haber cubierto en Sevilla, y en diversas yeguadas en parada privada... Empezó a cubrir en YM en 1983, con 13 años, y ya una vez ahí lo hizo ininterrumpidamente hasta el 96, con la excepción de 1990 donde fue a Miguel Ángel Cárdenas 

Su carrera total es desde 1974 hasta 1996, 22 años de semental.

Curiosamente sus 2 últimos hijos en YM, nacidos en 1997, SEBOSO y SEÑOR han "desaparecido del panorama" (SEBOSO era alazán)

Productor de caballos con aptitudes para la doma, como EVENTO ( por Técnica por Jenson) en 1985, el primer PRE en entrar en unos JJOO y llegar a la final de Doma, o de sementales como DECO.

Yeguas importantes produjo algunas de Exposición en la YM, como FELONÍA o ESTÉTICA





DECO, DE LA YEGUADA MILITAR (1984)

DECO, Nacido en 1984 es hijo de Levitón y Mendera. Dobla en "Agente" puesto que madre y madre son hijos de éste.



El Real Club de Polo de Barcelona inaugura la temporada de competición nacional de Doma Clásica en Cataluña 20/02/2013

El Real Club de Polo de Barcelona inaugura la temporada de competición nacional de Doma Clásica en Cataluña
20/02/2013

Éste fin de semana el Real Club de polo de Barcelona acoge en sus instalaciones un CDN2*, que será el primero de la temporada en Cataluña. El concurso se celebrará en la pista cubierta y además de las pruebas oficiales, están programadas las Promoción 1, 2 y Gran Premio.

Mª José Vignau presidirá un jurado que lo formarán como vocales Meritxell Agramunt, Paquita Kriens y Nadine Thomas. El delegado de la RFHE será Jorge Conde.

Fuente: Top Iberian

miércoles, 20 de febrero de 2013

MORFOLOGÍA DEL CABALLO ESPAÑOL: LA CABEZA


Extraído del libro EL CABALLO ESPAÑOL de Juan Carlos Altamirano, el cual recomendamos.


1. LA CABEZA


El reglamento de la raza:
“Cabeza de longitud media y rectangular, enjuta, de perfil frontonasal de subconvexo a recto, en sus diferentes gradaciones”

1.1  El perfil frontonasal
1.2  Los Ojos
1.3  Las Orejas
1.4  Los Ollares
1.5  La boca
    El Barbejo
    La Lengua
    Los dientes
1.6 La cara

1.1 El perfil frontonasal


Esta denominación define la forma de la frente y la parte nasal de La cabeza. Precisamente, su forma es uno de los temas más polémicos en la actualidad con relación al caballo español. La base de esta discusión es la creencia de que una raza de caballos solo puede presentar un tipo de perfil y con un grado exacto de curvatura o rectitud. Mientras que unos defienden que debe ser "subconvexo", tanto en la parte frontal como nasal, otros mantienen que hay tres tipos según el grado de curvatura:
mínimo, medio y máximo; para algunos, debe ser subconvexo pero solo en el grado "mínimo", y para otros "medio" al que denominan "clásico"; incluso, es propugnado el perfil "recto" como el de mayor pureza (perfil este que se defendía en el anterior Reglamento de la raza española). 


URANIO, POTRO DE LA YEGUADA MAIPE. CARTAGENA


COSTOSA, POTRA DE LA YEGUADA MAIPE, CARTAGENA

Asimismo se ha expuesto de forma generalizada que el perfil convexo, más conocido por el nombre de "acarnerado", no corresponde al caballo español pues, según dicen, se debe a unos supuestos cruces de la raza española con caballos importados de Europa a principios del siglo XVII; pero esta teoría, como expuso Juan Carlos Altamirano en su libro Historia y origen del caballo español, carece de toda fiabilidad.

COMPRADO, POTRO DE LA YEGUADA MAIPE, CARTAGENA

TAMARINDO, POTRO DE LA YEGUADA MAIPE. CARTAGENA

De forma casi unánime, diversos autores han defendido que el caballo español debe su morfología al medio geográfico andaluz y a las correlaciones naturales que le impone el tipo de frontonasal. En la actualidad se debate sobre la zona geográfica de procedencia de los diferentes tipos de perfiles que aparecen en España; para unos son los países europeos, para otros los orientales, etc. Si realmente pudiéramos enmarcar geográficamente cada uno de los perfiles, como mantienen estos autores en sus teorías, y si realmente el caballo español debiera su morfología a la correlación con el tipo de perfil, entonces cómo se puede defender, a la vez que su morfología es consecuencia del medio geográfico andaluz? Porque lo lógico, siguiendo esa misma teoría, sería afirmar que se debe al medio geográfico del lugar de donde proceda el tipo de perfil frontonasal defendido y no de la región andaluza.

ESTUDIANTE, SEMENTAL DE LA GANADERÍA DE PEDRO DE CÁRDENAS ÉCIJA (SEVILLA)


POTRA DE LA GANADERIA DE JORDI CASTELLÀ (BARCELONA)

Sabemos que el perfil cefálico, en ocasiones, suele coincidir con la forma, dirección de los aplomos y con determinadas características morfológicas. Pero intentar por ello defender una supuesta pureza racial a través de la correlación de la morfología con el perfil frontonasal, cuando el ser humano lleva interviniendo en su selección desde hace miles de años no es coherente.

Los estudios realizados sobre las correlaciones existentes entre determinados caracteres y los tipos de perfiles en los équidos han sido aplicados ingenuamente a la morfología que presenta el caballo español cuando, como se ha señalado, estos estudios se realizaron superponiendo los conceptos de raza y subespecie. Las conclusiones de estos trabajos, si realmente fuesen ciertas, serían atribuibles, como mucho, a la especie o subespecie que existía antes de ser manipulada por el hombre. Además, las correlaciones que aparecen a través de la selección natural ocurren sobre todo desde el punto de vista global de la especie y no desde la individualidad de sus miembros. Precisamente la variabilidad genética de las especies (heterocigosis) ha sido utilizada frecuentemente por el hombre para conseguir razas dispares:

Resulta muy fácil para el hombre, si lo desea, distorsionar genéticamente las posibles correlaciones naturales que puedan aparecer, porque, su intervención en la reproducción, puede cambiar fácilmente las normas que algunas veces, se dan en la naturaleza. Si se piensa que ni en la reproducción en libertad se manifiesta siempre la correlación, menos aún surgirá cuando el hombre ha intervenido, desde hace miles de años, seleccionando bajo unos determinados parámetros. Por ello, es posible observar caballos con el perfil subconvexo, cóncavo o recto que presentan el mismo tipo de grupa, forma de corvejones, dorso, cuello, nacimiento de cola, etc.

HONORABLE, SEMENTAL DE EQUUS BALEARIC, PALMA DE MALLORCA

POTRO DE LA GANADERÍA DE SALVADOR CORTÉS GARCÍA. FUENGIROLA (MÁLAGA)

No parece muy coherente defender que todos los miembros de una raza de caballo deban tener exactamente iguales todas las partes de su cuerpo, y en el caso de que presenten diferencias culpar al mestizaje de las mismas. No debemos olvidar que la total similitud morfológica solo aparece en los animales clonados y en el momento del nacimiento ya que, posteriormente, pueden variar entre ellos por cualquier enfermedad que contraigan, distinta alimentación, ejercicios, etc.

Generalmente, la mayoría de las razas presentan variadas formas para cada rasgo y no se puede atribuir al mestizaje la aparición de características distintas dentro de una misma raza. Precisamente, en la frecuencia de la aparición de un rasgo es en lo que, generalmente, se basa el ser humano para crear nuevas razas. El hombre usa la variabilidad genética de los animales, en este caso la de los caballos, para conseguir tipos que le sean de utilidad.



Resulta llamativo que muchos autores, para defender el supuestamente verdadero Perfil frontonasal que debe tener el caballo español, documenten su teoría generalmente con Pintura rupestres previamente seleccionadas. Pero, si se quiere mantener una tesis a través del estudio de las de las pinturas prehistóricas, no se pueden presentar solamente las que interesan y omitir al resto que, precisamente, muestran tipos distintos a los elegidos: en esas cuevas de donde extraen los dibujos de caballos con el perfil que quieren defender hay todo tipo de perfiles: convexo, subconvexo, rectos e incluso cóncavos. Y, lógicamente, estas pinturas son anteriores a cualquier invasión árabe o importación de caballos centroeuropeos. También conviene recordar que la pintura prehistórica no puede ni debe ser utilizada como el dato indicador del tipo de perfil que le corresponde al pura raza español. El artista prehistórico no quería exponer los matices por los que distinguimos hoy a nuestra raza. Se limito a dibujar de forma esquemática individuos de la especie equina existente en su medio y, como se ha señalado, esos animales presentaban diversos tipos de perfiles.


(…)

Sin embargo, otras personas como el rejoneador Angel Peralta no comparten estas ideas y afirman, sin demostrar, que el caballo español ya existía en la época terciaria:

“El análisis escueto y clarificador de sus orígenes desde la época terciaria a la actual, sin lagunas en el tiempo ni en su evolución..."

El caballo español nació en la segunda mitad del siglo XVI y llego a su máximo esplendor coincidiendo con la denominada cultura del Barroco. Este estilo en el que predomina la curva y la magnificencia de sus formas influyo decisivamente en su configuración definitiva y más concretamente en la de su perfil frontonasal.
Con relación a la teoría de los perfiles expuso Juan Carlos Altamirano en su libro, citado anteriormente, que:

"El caballo español llego a su auge como raza coincidiendo con lo que se ha venido a denominar la cultura del Barroco. Del mismo modo que este estilo arquitectónico y pictórico -utilizado por la Iglesia en sus templos- impresionaba y sobrecogía al pueblo a través de la pomposidad de sus formas, el caballo que se había seleccionado en Andalucía -fiel reflejo de esa cultura- conseguía crear en su observador esas mismas sensaciones y aumentarlas cuando se ponía en movimiento. De este modo, se seleccionaron sementales de curvas marcadas en todo su cuerpo; en el perfil también incidirá esta idea, imponiéndose por ello el perfil acarnerado como el más idóneo"

YEGUA DE LA YEGUADA OLIVERA. ALCALÁ DE GUADAIRA (SEVILLA)

 La expansión del Barroco y la morfología del caballo español llevaron un camino en paralelo durante siglos: en el caballo español aparecía el perfil acarnerado y este se convirtió en un rasgo significativo en toda la iconografía ecuestre del momento; esto favoreció su proliferación en el pura raza español convirtiéndose en una de las características más representativas de la raza española durante siglos, al ser considerados estos caballos como los más perfectos de los existentes durante este período histórico, su perfil acarnerado influyo decisivamente en la dirección de la selección de muchas de las razas existentes y en otras que nacieron a partir de ese momento: lusitanos, lippizanos, Kladrub, etc.

Durante los últimos años esta teoría de los perfiles, como se ha dicho, ha creado bastante polémica y, lógicamente, han sido dispares las conclusiones a las que han llegado los abundantes estudios que se han realizado. También es cierto que se le ha dado demasiada importancia al perfil e, incluso, se ha querido avalar la pureza del caballo español únicamente por su forma. Posiblemente estas afirmaciones sean fruto de la convicción de que la cabeza es la parte más conservadora del cuerpo del caballo en el proceso de evolución natural. Sin embargo, la realidad es que una de las partes del cuerpo que más se ha modificado en los équidos, junto a las variaciones de manos y pies, ha sido precisamente el cráneo, debido al alargamiento de la mandíbula.

En la actualidad, muchas discusiones se centran en la cabeza porque en ella es donde más variantes se dan por contener diversas características que consideramos  raciales como son el ojo, las orejas, el perfil, el tupe, los carrillos, los ollares y la cara, y que, lógicamente no siempre se manifiestan de la misma forma. La realidad es que  una raza de caballos como la española no la determina solamente el tipo de perfil fronto-nasal sino todas las características que configuran su morfología, aunque la belleza de la cabeza sea primordial para realzar el conjunto.

En medio de esta polémica siempre se acude a la historia para demostrar hechos actuales y lo curioso, en este caso, es que en la Antigüedad nunca se hablaba de perfiles sino del tamaño de la cabeza. Una de las características que más se buscaba para los caballos era una cabeza pequeña como ya lo recomendara Simón de Atenas, Jenofonte (siglo IV a. C), Columella (siglo I) o San Isidoro de Sevilla (siglo VII), entre otros. Incluso tal elección pudo no deberse a una cuestión de estética sino que se conociera que un excesivo peso de la cabeza puede favorecer el desequilibrio del caballo haciéndolo caer sobre los brazos, produciendo el efecto contrario que se quiere conseguir a través de la doma: el aligerarlo. Esta característica era buscada para el caballo español puesto que en las instrucciones dadas al Gobernador de la Raza, en 1567, se pedía que los caballos a conseguir deberían de tener la "cabeza pequeña"

FER BULERÍA, DE LA YEGUADA FERRERO. PALMA DE MALLORCA

FER TEMPRANILLO, DE LA YEGUADA FERRERO. PALMA DE MALLORCA

Toda esta polémica sobre los perfiles tuvo su origen en la asimilación por parte de algunos autores de las teorías sobre las diferencias anatómicas entre grupos humanos que comenzó a finales del siglo XVIII; Carlos Linneo (1704-1778) distinguió a los humanos en cuatro grupos según el tipo de cráneo y, posteriormente, Johann  Friedrich Blumenbach (1752-1840) los diferenció en cinco. La manipulaci6n de estos estudios condujeron, desgraciadamente, a posturas racistas a las que el propio Blumenbach, dándose cuenta del conflicto que había creado, replicaría más tarde:

"No hay un solo carácter tan peculiar y tan universal dentro de los etíopes que no se pueda observar en todos los rincones del mundo y en otras variedades de hombres".

Otros que contribuyeron, a finales del siglo XVIII, a este problema con falsas especulaciones, fue la escuela de Gall y Spurzheim (Alemania y Francia), basándose en que la facilidad para las matemáticas, para el arte, para la música, el amor, etc., se podían localizar en determinadas zonas del cerebro y por lo tanto sus facultades se podían adivinar según la forma del cráneo. Sus teorías estuvieron en boga para justificar determinados comportamientos, incluso, la superioridad de unas razas sobre otras, hasta que fueron desestimadas por la ciencia por especulativas. Pero se habían publicado libros exponiendo esas falsas conclusiones y algunas de sus afirmaciones se mantuvieron vigentes en grupos de la sociedad: las referentes a la localización de determinadas aptitudes en regiones especificas del cerebro. De la forma en la que se presentaron estos estudios se podía deducir que los comportamientos eran directamente proporcionales a las diferencias craneales. Asimismo, se relaciono el tamaño del cerebro con la inteligencia, extrayéndose la consecuencia de que la del hombre tenía que ser mayor que la de la mujer y la del blanco mayor que la del negro. Como se sabe, la realidad anatómica y fisiológica es que el tamaño del cerebro no tiene nada que ver con la capacidad intelectual. Pero la teoría que mas influyo en esa época fue la expuesta por Moleschott según la cual "el cerebro segrega pensamiento como el riñón secreta orina”, y la idea determinista de que todo en la naturaleza, incluido el ser humano, debía ser regulado bajo una teoría del comportamiento. A partir de ese momento se eligió la cabeza como medio diferenciador entre razas y se convirtió en el centro de todas las investigaciones científicas. Pero, desgraciadamente, las conclusiones de estas teorías influyeron decisivamente en los estudios que se realizaron sobre las razas humanas y posteriormente en la de los animales. A finales del siglo XVIII y durante todo el XIX, al ponerse de moda las Conclusiones de Blumenbach y Linneo, aparecieron las primeras manifestaciones Sobre el tipo de perfil ya aplicadas a los caballos y más en concreto al pura raza español. Esto favoreció el uso del sistema de identificación animal por el perfil frontonasal consiguiéndose, a partir de entonces, una mayor uniformidad en esta característica dentro de cada raza, que sería utilizada desde entonces como rasgo diferenciador entre ellas.

HABLADOR, POTRO DE LA YEGUADA MAIPE. CARTAGENA

Aunque estos estudios fueron cuestionados por la ciencia, ni pasaron desapercibidos ni llegaron a olvidarse. El dicho de "habla que algo queda" sirve para clarificar como se llegó a especulaciones de carácter pseudocientífico, que en nada reflejaban la realidad y que no han sido totalmente erradicadas aunque carezcan de base alguna.

A partir de estas correlaciones se elaboro una teoría según la cual se podría  reconocer a los ladrones, violadores, criminales, etc., por la forma del cráneo e, incluso, por su caligrafía.

(…)

JUDIO, SUB-CAMPEÓN DE ESPAÑA (2002) DE LA YEGUADA VILAIRE. PALMA DE MALLORCA

BÉLICO III, DE LA YEGUADA VILAIRE. PALMA DE MALLORCA

Posiblemente, la aceptación de esta teoría de las correlaciones morfológico-conductuales se deba, en parte, a que se presento en el siglo XIX como propietaria de un sólido soporte científico. Esta es la fuente de donde proceden muchos mitos que
fueron introducidos en el pensamiento social, a lo que contribuyo, en este caso, las
novelas de terror de autores famosos. Ejemplo de ello lo tenemos en la novela de
Ágata Christie El adversario secreto:

"El hombre que subía la escalera con paso silencioso era totalmente desconocido para Tommy. Pertenecía evidentemente a la escoria de la sociedad. Las cejas bajas y juntas, la mandíbula criminal, la bestialidad de todo el rostro eran nuevas para el joven, aunque un tipo que Scotland Yard habría reconocido a primera vista".

Y como dice Lewontin Rose, y Kamin en su libro No está en los genes: Crítica del
racismo biológico:
"Lombroso también lo habría reconocido".

A partir de ese momento todos los estudios sobre razas, tanto de seres humanos como de animales, se basaron en estas teorías y con ello comenzaron las interminables mediciones de cráneos para defender supuestas purezas raciales naturales. Desde que se aplicaron a los équidos, y al caballo español, todos los trabajos de "investigación se encaminaron a descubrir cuál era la verdadera forma del cráneo de nuestro caballo en la prehistoria, porque creían que, una vez localizado, ese tipo perfil conllevaría por correlación la aparición de unas determinadas características morfológicas, y todas proporcionarían la supuesta "pureza morfológica" de la supuesta “pureza morfológica” de la raza española. Por los resultados obtenidos, estas investigaciones a lo único que han conducido es a una extraordinaria pérdida de tiempo.

IDÓNEA, DE LA YEGUADA DE PEDRO PONS, DE PALMA DE MALLORCA

Si se pudiera poner en práctica la teoría definida por estos autores sobre que el caballo español es fruto de la evolución natural, y que mantiene sus formas desde la prehistoria, posiblemente, este caballo ya no existiría porque su imposibilidad para evolucionar lo habría destruido. No olvidemos que el caballo prehistórico era un animal de 40 centímetros de alzada que en nada se parecía al caballo español o a ninguna otra raza. La raza española debe a la evolución su existencia en tanto que son animales componentes de una especie; pero su configuración morfológica no ha dependido de aquella sino que, como raza prefabricada conseguida en la segunda mitad del siglo XVI, debe su morfología a la selección llevada a cabo por el hombre a través de combinaciones de rasgos, entre ellos el perfil, a gusto de su creador Diego López de Haro y, posteriormente, al de los ganaderos y administraciones que lo han regulado. Un caso similar al proyecto de conseguir el caballo español es el del perro Dobermann. que debe sus características raciales a las combinaciones que su creador, Louis Dobermann, hizo durante el periodo de 1834 a 1894 entre distintas razas de perros.

Si tuviéramos que defender que el perfil "más puro" del caballo español es el más antiguo, tendríamos que decir, en contra de los numerosos estudios publicados, que el perfil convexo (acarnerado) es el que representaría la máxima "pureza". Pero esta afirmación, apoyada por la documentación histórica consultada, no lleva implícita la
afirmación de que todos los caballos existentes entonces en la península ibérica tuvieran el perfil acarnerado sino que, para crear la raza española, se seleccionaron caballos y yeguas que presentaban este tipo, porque se pensó que era el más idóneo dentro del contexto cultural y artístico del momento.

VISCUM, DE LA GANADERÍA DE LOS HNOS. CAMACHO BENITEZ, PROPIEDAD DE ROCIO MARCOS. MÁLAGA

Cuando el estilo neoclásico sustituyo al barroco -procedente de Francia, en el siglo XVIII, llegó a España con la instauración de los borbones-, se prefirió la rectitud de formas frente a las ya consideradas vulgares curvas. Esta nueva concepción de la belleza su repercusión no solo en arquitectura, pintura, escultura, vestuario, etc. Sino que también influyó en nuestro caballo. Se comenzó a buscar perfiles más rectos para suavizar las formas convexas que empezaron a no gustar en la Corte. Esto produjo que muy lentamente fuera desapareciendo de la raza española los exagerados perfiles acarnerados, así como su representación en la iconografía. En 1786 Robichón de la Guérinière, desde el nuevo estilo predominante en su época, escribió sobre el perfil de los caballos:

“La perfección de la frente del Caballo consiste en que sea llana (recta), y ancha con proporción”.

Pero en Andalucía, donde había arraigado el estilo barroco con una especial intensidad, llegando a crear el “barroco-andaluz”, seguía gustando las características de este estilo y en los pueblos, más que en la Corte, se mantuvo para los caballos el perfil acarnerado. Por ello, siglos más tarde, seguía apareciendo en Andalucía alusiones a la presencia de este perfil, como la del viajero de nombre Curri que, después de asistir a un concurso de caballos en la Maestranza de Sevilla, sacó la conclusión de que "era esencial en la raza pura la cabeza acarnerada". Y que:

"Los jueces españoles gustan (de) todo lo que nosotros despreciamos en un caballo: no (les) gusta una cabeza recta..."

En el mismo sentido, Thomas Rice describió perfectamente, en el Siglo XIX, cómo era el perfil del caballo español:

"El caballo español tiene una alzada entre 15 y 16 manos (1,50 – 1,60), con una cabeza bastante grande y huesuda con la forma del carnero merino...”

Y es que al comienzo de ese siglo, en Andalucía seguía gustando el perfil acarnerado. El gaditano Francisco de la Iglesia, en 1805, escribió en relación a la cabeza de los caballos:

"Debe ser proporcionada a la talla del caballo, esto es, ni grande ni pequeña, y sobre todo enjuta y descarnada. Las cabezas gruesas y cortas siempre son feas, y las que son largas y delgadas que se les llama cabeza de vieja. Llámese cabeza de carnero, cuando se parece a la de este animal, y es una circunstancia que hermosea mucho a un caballo.

(...) La frente debe tener un ancho proporcionado. Siempre que es convexa, hace que Ia cabeza sea acarnerada, lo que hermosea infinito al bruto".

En cambio, en uno de los documentos gráficos mas cercano al prototipo racial de mediados del siglo XIX de la raza española, el dibujo de un potro de cuatro años nacido en 1853 en la yeguada real, hijo del semental Miño y de la yegua Viajera, el autor del comentario, Hidalgo Tablada, descalifica, desde Madrid, el perfil acarnerado que presenta

"Examinado el conjunto y detalle de ese animal, uno de los premiados en la exposición de 1857, se advierte el defecto de la cabeza acarnerada, y aunque el resto es agradable, se ve que las extremidades son un poco largas, lo cual es defecto del retrato y no de esa casta de caballos".

Pero en ese momento la raza en Andalucía presentaba mayoritariamente perfiles acarnerados. Julián de Soto describe el caballo de mediados del siglo XIX como de:

"Cabeza grande acarnerada, orejas largas, separadas y bajas en su base (...) cuello grueso, espaldas llenas y recta, dorso corto (...) grupa corta y redondeada, extremidades finas, cuartillas largas y oblicuas, y no muy buenos aplomos”.



El rechazo del estilo barroco siguió en aumento y con ello se perpetuaron las descalificaciones hacia este perfil. Algunos autores las fundamentaron relacionando el perfil acarnerado con caballos mestizos, pero la realidad era que ya no gustaba su forma. Se retomaron citas antiguas para tacharlo de pertenecer a razas inferiores por la simple alusión de un escritor árabe del siglo XII:

“Es desechable la nariz aguileña, y por ella es llamado tal caballo; es uno de los defectos que hay en la nariz, el cual lo tienen los caballos de mala casta y los rocines de carga”.



Por ello, ya en el siglo XX, Juan del Castillo, de forma acertada contestó a tanta incongruencia:

“Para deshacer equívocos el gradiente de aproximación extrema desde la subconvexidad máxima hasta la línea próxima a la recta frontal, en nuestro caballo andaluz-español actual y de todos los tiempos, nada tiene que ver con la tan aireada e inoportuna idea de una impureza racial por impregnación, en cualquier época, de sangre aria”

La realidad es que los dos perfiles estaban presentes en la raza española a principios de siglo y ello produjo diversas opiniones. El teniente coronel José María de la Concha consideraba como raza española “a la de origen árabe, caracterizada por el perfil recto y tipo oriental”. Posiblemente esta opinión pudo influir en la decisión adoptada en el Concurso Nacional de Ganados de ese mismo año, en el que se dedicaran las secciones 1ª y 9ª a la “raza española de perfil recto”. A la vez, seis años más tarde Rafael Castejón, catedrático de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, afirmaba:

“Firmememente convencidos de que es la línea convexa con sus variantes de subconvexa o ultraconvexa la que se conduce como característica etnogonmónica de nuestra población caballar desecha en su programa ese caballo andaluz de tipo oriental y perfil recto que nunca ha existido”.

La variedad do opiniones sobre el perfil alcanza también al cóncavo. Antes de que éste ultimo perfil se configurara como característico del pura raza árabe, la forma craneal que creaba la convexidad se denominó "cabeza de martillo":

"(Se denomina) Cabeza chata cuando la tiene llana: y cabeza de martillo cuando en lugar de ser convexa la parte baja de la frente es cóncava y hundida"

Si quisiéramos utilizar la pintura como fuente documental podríamos afirmar que tres siglos antes de la opinión de De la Guérinière los perfiles frontonasales de los caballos existentes en España eran variados. Así, en las manifestaciones pictóricas de los indígenas mexicanos en las que exponen su visión de los caballos de los primeros conquistadores se pueden apreciar esa diversidad.

La selección de reproductores con perfiles más rectos, llevada a cabo durante la primera mitad de este siglo, hizo que la frecuencia en la aparición del perfil acarnerado decreciese paulatinamente en cada generación, aumentando los perfiles más rectos. En la actualidad existe una tendencia hacia el perfil subconvexo moderado que favorecerá en un futuro a no muy largo plazo, el aumento de los potros con perfiles acarnerados.

Si el deseo de los ganaderos e instituciones que representan al caballo español es dejar solo un perfil frontonasal, y que el identifique a partir de ahora a la raza, esa decisión debe servir solo, como señala Juan Carlos Altamirano en su libro Historia y origen del caballo español, para "unificar criterios de crianza pero no para caracterizar su pureza". El Reglamento de la raza española permite los dos tipos de perfiles y por ello ninguno de los dos puede ser considerado más ni menos puro. Si el caballo español no hubiera evolucionado y quisiéramos volver al tipo de caballo que presentaba la raza española en sus inicios, cuando se creó en el siglo XVI, tendríamos que aceptar, como se ha señalado, al perfil acarnerado como el de mayor grado de "pureza".


COMPAÑERA DEL AMOR, POTRA DE LA YEGUADA EL AMOR, SALAMANCA.





domingo, 17 de febrero de 2013

101 EJERCICIOS DE DOMA CLÁSICA: EJ. 1 EL ÓVALO


EJERCICIO 1: EL ÓVALO


BENEFICIOS: Con este calentamiento el caballo se sincronizará muy bien con nuestras ayudas, y se moverá con prestancia y con trancos ligeros y elásticos.





Recordatorio
Imaginemos la pista como un gran óvalo, sin 
esquinas. Montemos por el perímetro de este huevo gigante al trote levantado.
Mantengamos un ritmo constante en ambos trotes y realicemos transiciones precisas en los mismos puntos del óvalo.
Veamos la forma de llevar los dos trotes al extremo (un trote largo y hacia delante en los lados largos y un trote diminuto y corto en los lados cortos).






¿Cómo realizaremos el ejercicio?

1- Montaremos con un trote de trabajo enérgico por los lados largos del óvalo y a continuación pasaremos a un trote más lento en la parte superior e inferior del óvalo.

2- Redondearemos las esquinas; no entraremos en ellas en los lados cortos de la pista.

3- Cuando salgamos de los extremos superior e inferior del óvalo, aplicaremos las piernas y pediremos al caballo más impulsión durante todo el lado largo.